Cosas que los nietos deberían saber.

(...) Me paso el día entero nerviosísimo, luego hacemos la prueba de sonido y nos preparamos para la actuación en el Albert Hall. Me preocupa no ser digno de ocupar el mismo escenario que tantos y tantos de mis ídolos. Pero a medida que el recinto se llena, cuando se apagan las luces y salgo a escena me siento extrañamente tranquilo. No estoy nervioso en absoluto... y es raro porque a mí me entran los nervios cada noche, y esta es una velada muy especial. Pero algo ha cambiado en mi interior, y de repente me siento a gusto. Toco canciones de todas las etapas de mi vida y, mientras las canto, me siento en absoluta sintonía con lo que sentí al escribirlas años atrás... (...)

(...) Vivir un día más siempre me ha parecido un éxito. Oigo mi voz reverberar en las paredes del Albert Hall y volver hacia mí. Me fijo en todos los asistentes, que parecen realmente interesados en lo que tengo que decir. Pienso en la noche en que, mientras fumaba un cigarro en el porche, imaginé el concierto que ahora mismo estoy dando. En cómo me quedé mirando el humo flotar hacia el cielo y en cómo imaginé la compleja situación en la que me veo ahora inmerso. Es asombroso ser capaz de hacer algo así, pienso. (...)

Cosas que los nietos deberían saber.
Mark Oliver Everett


Música maestro.

Cesaron las sirenas. La puerta rompió en convulsión. Miró sobre la cama. Diez millones, calculó por encima. No pensaba escatimar en balas.

American Pie

- Venga, Valens ¿subes o no?
- Bopper tiene razón, Ritchie. Vamos a congelarnos como no entremos pronto en la avioneta.
- No sé, muchachos, no tengo claro que este cacharro sea capaz de flotar en el aire. Es antinatural. Creo que iré en autobús, con el resto de la banda.
- Venga hombre, estamos en mil novecientos cincuenta y nueve ¿comprendes? Mil novecientos cincuenta y nueve, chico. Esto ya es el futuro... el maldito futuro. Ahora mismo, hay miles de pájaros de hierro volando sobre nuestras cabezas.
- Estoy muerto de frío, os espero dentro. Tenéis medio minuto para decidiros.
- Espera Buddy, voy contigo. ¿Vienes Ritchie?
- ... voy... sí, voy... ¡qué diablos!...

Wonderwall

En algunos hospitales y psiquiátricos, existen unas paredes donde los pacientes ponen fotos y recuerdos de familiares, amigos, lugares, mascotas... Dicen que eso les sirve de impulso para no abandonar, un motivo para seguir en carrera. Intramuros, esas paredes constituyen su horizonte. Su clavo ardiendo. Su wonderwall.