Órbitas concéntricas.

Ayer cené con el oráculo. Transmitía bienestar, confianza, sin llegar a la euforia.

- No hay magia, muchacho. Ni nada parecido. Simplemente observación. Si le dedicas algo de tiempo, comprobarás que todo ha sucedido ya con anterioridad. Millones de veces. Durante miles de años. Después del martes siempre apareció un miércoles. Y, tras él, un jueves. Y un viernes. Y el fin de semana. Todo es cíclico, no hay líneas rectas, sólo curvas. La única cuestión es de dar con la secuencia adecuada.

Tenía sentido, sí. Al menos, sonaba coherente. Me habló de sus próximos vaticinios. Sol por el día, luna de noche, fuego y humo, nubes y lluvia...

- Por cierto, tú, lo de nadar ¿cómo lo llevas?


2 comentarios:

Luis Sanus dijo...

Parece cierto.... Aunque yo al oráculo le preguntaría por la espiral.

Javito dijo...

Jejejeje, tomo nota para próximos encuentros, Luichi.