Trazos en falso. La banda sonora (VII).

El maestro Lapido asoma la cabeza de nuevo, esta vez, en solitario. Y lo hace con un tema que pone a prueba el grado de porosidad del corazón. Si al escucharlo no se humedecen sus pupilas, están ustedes cerca de convertirse en una estatua de mármol. Bueno, es posible que esté exagerando un poco, pero por ahí anda la cosa. En el libro, "El mundo a cámara lenta" nació, creció y maduró al cobijo de estas estrofas y acordes. Sam Perkins cuenta por enésima vez una historia. Su historia. Austin la conoce, la conoce perfectamente. Y le ayuda a recitarla. Porque eso es lo que hace Sam. No habla, no relata. Recita. A base de repetir los mismos hechos, ha llegado a perfeccionarlos, a pulirlos, a concederles un desarrollo esférico. A moldearlos a su imagen y semejanza. Y a nadie se le ocurre cuestionar ni tan siquiera una coma. Al contrario. En realidad, todo el mundo desea que aquello sea cierto. Que haya ocurrido tal y como sale de los sesos de Samuel Jonathan Perkins. Porque ese relato se ha convertido en su relato. En el del pueblo entero. A fin de cuentas, en más de una ocasión, quién no ha escondido el despertador bajo la almohada. Quién no ha luchado por permanecer en el limbo. Quién no ha optado por apretar los ojos. Quién no ha preferido seguir soñando.

Con todos ustedes "El carrusel abandonado", by José Ignacio Lapido.
 

No hay comentarios: