Estos
días, no dejo darle vueltas a cosas que olvidé hacer, y en todas las
oportunidades que tuve para ello. No lo digo yo, lo dice la letra del tema que
nos ocupa. Pero, amigos, que levante la mano quien no se reconozca. El autor
anda algo perdido, confuso entre brumas de un pasado que cambiaría, y un futuro
que no se ve con fuerzas de controlar; preocupado por que su vida acabe
convirtiéndose en una canción ya escrita por él mismo. Es una imagen
recurrente, pero podríamos decir que se encuentra en una encrucijada, en una
especie de cruce de caminos. Ha de tomar una dirección y no acaba de tenerlo
claro. Le puede más el temor a equivocarse que el impulso a descubrir nuevos
paisajes. En el relato de título “Mardou”, también tiene lugar un cruce. Un
cruce de caminos, quiero decir. El de Harvey, de ida, campo a través, a tumba
abierta. Y el de la propia Mardou, de vuelta, a cobijo, a decorados amigos.
Ellos no lo saben, pero ambos tienen mucho en común. Los dos buscan un escudo,
un paraguas. Necesitan protegerse. De las balas, de la lluvia, de ellos mismos.
Más que respuestas, buscan evitar hacerse preguntas. Ante eso, él huye hacia
adelante; ella se resguarda tras las cortinas.
Con todos ustedes "These
days", by Jackson Browne.
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